Saber separar a familiares políticos tóxicos es crucial para que la relación con nuestra pareja o cónyuge sea sana, productiva y beneficiosa para el matrimonio y nuestros hijos.
Divorcio y la familia política
Familia política tóxica
Debemos de ser asertivos a la hora de relacionarnos con nuestra familia política, sabiendo sacar de cada integrante lo mejor de ellos mismos y a la vez evitar tensiones que pueden repercutir en nuestra pareja, en el matrimonio y por supuesto en nuestros hijos en consecuencia.
Conociendo bien, o al menos lo suficiente, a nuestra familia política, podemos saber de qué temas hablar sin que haya tensiones y malos rollos en las visitas o reuniones familiares que se dan a lo largo del año.
Teniendo en cuenta que es inevitable ver y relacionarse con nuestra familia política a lo largo del año, en la mayoría de los casos, debemos de hacer un esfuerzo al menos por nuestra pareja e hijos si los tenemos, para que no haya tensiones, e incluso quizás poder llegar a tener una relación más saludable con la familia política.
Existen muchos matrimonios que se quieren y desean tener un futuro juntos por muchos años, los cuales a veces se van marchitando por las malas relaciones con sus respectivas familias políticas.
En estos casos es importante el hablar con nuestro cónyuge de manera habitual, para que nuestro matrimonio no se vea perjudicado por personas externas a él, como los suegros y cuñados que encabezan las lista de las personas tóxicas dentro de la familia política.
El entendimiento entre ambos en estos casos es fundamental para no solo seguir adelante con el matrimonio, sino disfrutar de él como se merece y merecen nuestros hijos.
Dar su lugar a la familia política
Sabiendo separar nuestra relación familiar matrimonial de la relación familiar de origen de cada cónyuge es muy valioso para tener un matrimonio feliz y duradero.
Además, nuestros hijos comunes se beneficiarán de tanto de un matrimonio feliz y estable, como de una relación al menos bien llevada para con nuestros familiares políticos.
Porque nuestros hijos la gran mayoría de las veces desean y quieren estar con sus primos para jugar y disfrutar de muchos momentos juntos, cosa que se ve perjudicada si no anulada por la mala relación que puedan tener sus padres o madres con sus familiares políticos.
Por esto, por nuestro cónyuge y nuestros hijos, debemos de hacer todo lo que esté en nuestra mano, para tener una relación cordial tanto con familiares de sangre como políticos.
Nuestro cónyuge, matrimonio y nuestros hijos se lo merecen y nos lo merecemos. Sacar provecho de relaciones complicadas está en nuestra mano, al igual que hay que sacar o salir de la mejor manera posible de los problemas que nos va poniendo la vida por delante.
